miércoles, 9 de septiembre de 2009

LAS MUJERES DE MI VIDA


He nacido, crecido y vivido rodeada de mujeres inteligentes, hermosas y emprendedoras, mujeres que no tienen miedo a empezar de cero, de ese tipo de mujer que sacan a cualquiera adelante, "mujeres de colección", de esas que Diosito ya no frabrica más. De esas mujeres que todo hombre quisiera y el tipo de mujer que toda otra mujer envidia o aflora su sentido lésbico.


Mujeres, madres, hermanas, tías y abuelas, pero sobre todo las más fieles amigas, de las que aprendi las mil y una mañas, trucos y experiencias invaluables, experiencias que no se adquieren en la más prestigiosa universidad o escuela de post grado. Ellas dictan esas materias que estan sobre las finanzas corporativas, la Bolsa, y proyecciones de demanda, y ni que decir del periodismo o las mas complejas legislaturas. Hablamos del lecciones de vida, lecciones que si tuvieran nombre serían algo asi como: "Manipulación para principiantes", "Cómo voltearles la tortilla", "Fingiendo orgasmos y hacerlos felices", "Bajar 3 kilitos en 1 semana", "Cómo ser virgen más de una vez", entre los más resaltantes. Pero también tienen asignaturas avanzadas, de contenido profundo tales como "Quiero verte feliz", "Querer sin salir lastimado", "Hacer las cosas con cariño", "Emprendiendo y ser feliz", "Ser mujer en esta familia" y "Empezando desde cero".


Claro está que para llegar al nivel que han alcanzado han pasado por las mil y una historias de amores y desamores. Creo que para crecer hay que cometer errores propios, irse de cara, sacudirse la tierrieta y seguir caminando, pero que tenga errores propios no quiere decir que no aprenda de los suyos.


Es parte de la vida, ser engañada y engañar, salir lastimado, herir a alguien intencionalmente o quizas sin inteción, dejar al que ya no nos hace falices, buscar en el que puede estar nuestra felicidad, aprender, viajar, respirar, ganar y perder, es todo un proceso por el que es mandatorio caminar, correr, gatear o como gustes pasarlo. GRacias a Dios, tengo grandes maestras, amigas, compañeras, para que el trayecto no sea tan dificil. Mujeres de carne y hueso (algunas mas carne que hueso, otras mas hueso que carne y visceversa en sentido contrario, paz mundial), que lloran, reniengan, gritan, patalean pero que no llegaron a este mundo para ser víctimas o mártires, vinieron para ser felices y hacer felices a los que los rodean. Yo quiero llegar a ser una mujer así. ¿Quién no?