miércoles, 9 de junio de 2010

como no "no involucrarse" y no salir lastimado en el intento

Hace un poco mas de un par de meses me dejaron sola en la isla para 2, cuando intentó regresar le hice entender que su visa para mi paraíso personal había expirado, pero que podía solicitar una en "laputamadrequelopario", ahí donde van todos los infelices, poco hombres, mala vida y sin vergüenzas.




Luego decidí viajar por otras islas de a 1, de esas que no buscan un inquilino permanente, sino una suerte de mochileras, de esas que solo se quedan un par de sábados, comen lo que pueden, hacen lo que pueden y enrumban en su siguiente destino. Me di cuenta que no tengo alma de mochilera, me gusta viajar con estilo, ver lindos paisajes y no comer la primera porquería que tengo en frente solo por eso, porque está ahí. Entendí la importancia de la selección de la isla, el menú, las actividades y sobre todo el tiempo de estadía.

Noté que hay todo tipo de isla. Existen esas que tienen una inquilina permanente pero que alquila un cuartito encaletado en la parte trasera para "la visita ocasional", su just in case, un lugarcito para aquella que calienta orejas, calienta hormonas y calienta huevos. También existen las islas reciclables mejor conocidas como "ex", esas en las que estuviste una vez y es relativamente fácil regresar a conveniencia, hospedarse en el momento de debilidad o calentura y seguir el viaje apenas se presente algo mejor. No pueden faltar en este conteo las islas de la diversión, esas que parecen crucero para solteros, donde no existe espacio para el compromiso, solo para lo carnal y mundano, lo espontáneo, divertido, sudoroso y sucio. Pero también existen esas islas que escogieron quedarse de a uno por un tiempo, tomarse las cosas como vengan, con calma y ver que pasa, de esas en las que una se divierte y hasta puede decidir tener una estadía indefinida.

Cuando decidí comprar mi pasaje para este viaje tenía todos los destinos a mi disposición, destinos soleados donde se toman tragos de colores con una sombrillita de adorno y otros divertidamente invernales, así que tome un vuelo a una isla con definición divertida aparente y con las condiciones y términos del viaje definidos tal cual Lan cuando lanza una promoción por temporada, el vuelo no fue muy largo y la estadía ha sido mejor de lo que esperaba, porque en realidad no esperaba nada. La isla era tal como decía el folleto, paisaje atractivo, divertido e intenso, pero al parecer me olvide de leer las letras chiquitas porque era todo lo divertido, espontáneo y apasionado que promocionaba, solo que no con intensión 100% carnal. No me di cuenta del costo adicional de mi estadía prolongada en esa isla de a uno con espacio para 2.

El costo no me era desconocido, involucra atención, tiempo, probablemente en algún momento lágrimas, peleas, risas, correos, alertas de nextel pero sobre todo dejar abierta la posibilidad de que me hagan daño, de ser vulnerable, de encariñarme y tener que dejar la isla que al momento me gusta tanto no en avión sino en una barca como la de "El Naufrago" y sin Wilson que me acompañe. Así que pedí una ampliación de mi visa para esta isla, con la intención de ver lo bueno, lo malo, lo bonito y lo no tan agradable, menos mal aceptaron rapidamente mi solicitud, ya que yo probablemente me hubiera sugerido sacar visa para la República independiente de "andatealamismamierda".

Así que he decidido dejar de darle importancia a cosas que aún no pasan y que nadie sabe si pasarán o no, hacer de mi estadía en este lugar al "Carpe Diem" style, vivir como venga y disfrutar el momento, ya que por mas que hayan cambiado las reglas de juego inicialmente planteadas por el dueño de la isla, los personajes siguen siendo los mismos. Sólo por eso, por darme el lujo de hacer las cosas porque quiero, hoy digo Carpe Diem.